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Los pilares de las relaciones exitosas 

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Por Renita Collins

Nuestras relaciones con los demás tienen un impacto tremendo en nuestra propia calidad de vida. No se puede vivir una vida óptima sin relaciones sanas. Cuando una persona está en su lecho de muerte, no pide cosas, sino personas. Nuestras relaciones mutuas son uno de los mayores bienes de la vida. 

No obstante, para establecer vínculos duraderos no bastan las primeras impresiones. Los vínculos que perduran requieren esfuerzo; se forjan con el tiempo. He identificado varios elementos básicos que ayudarán a formar relaciones sanas. Si logra dominarlos en su matrimonio y en otras relaciones personales y profesionales, mejorará enormemente su vida.

1. Sumisión 

La sumisión significa ponerse voluntariamente bajo la autoridad de otra persona. Es una actitud; es una cuestión del corazón. Hay una diferencia entre someterse y ceder. Una es voluntaria; la otra es forzada. La sumisión es la fuerza bajo control. Es como una señal de ceda el paso. Le cede el paso a la otra persona. Es una elección. 

La sumisión es como un cimiento fuerte debajo de una casa. No se pueden ver los cimientos, pero permiten que la casa siga en pie y resista los embates del exterior. En un matrimonio o en cualquier relación debe haber sumisión mutua. Usted no fue creado para competir con su cónyuge, sino para ayudarle. Sus dones y fortalezas fueron concebidos para ayudar, no para dañar. Utilice sus habilidades para mejorar su relación y no para destruirla. 

2. Amar 

Existe una diferencia entre dar y prestar. Cuando uno da, no espera nada a cambio. Cuando uno presta, espera que le devuelvan el dinero, a veces con intereses. Nuestra actitud es diferente hacia alguien a quien damos frente a alguien a quien prestamos. El amor hay que darlo incondicionalmente, sin esperar nada a cambio. Esta es la base de toda relación sana. Si ambas personas dan sin esperar nada a cambio, a ninguna le faltará. 

3. Comprender    

Su cónyuge debería ser su principal proyecto de investigación. Debe conocer sus fortalezas, debilidades, miedos y alegrías. A menudo se dice que las mujeres son difíciles de entender. Pero cuando un marido ha hecho su «investigación», sabrá la mejor manera de alimentar y cuidar adecuadamente de ella. Comprender a su cónyuge no es tan difícil como usted cree. 

4. Mansedumbre  

La mansedumbre no es debilidad; es poder bajo control. Proviene de una palabra griega que significa consideración. ¿Es usted considerado con los demás? ¿Le cuesta dar un paso atrás e intentar ver las circunstancias desde la perspectiva de los demás y no sólo desde la suya? Aun cuando piense que tiene la razón, ¿está dispuesto a escuchar y considerar el punto de vista de los demás? Los líderes de éxito en el hogar, la empresa y la comunidad escuchan los puntos de vista de los demás antes de dar el suyo. Esto le dice a los de su equipo: «Les valoro». La mansedumbre es consideración, poder bajo control.

5. Longanimidad      

En griego, la palabra longanimidad significa literalmente «temperamento largo», la capacidad de soportar la adversidad sin luchar. La longanimidad no puede ser experimentada aparte del amor. Debemos soportarnos unos a otros. Todos estamos en un viaje hacia la madurez. ¿Está dispuesto a soportar a los demás como espera que los demás le soporten a usted? 

6. Esforzarse por mantener la unidad  

En Efesios 4:3 (NTV), Pablo dice a los seguidores de Cristo: «Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz». Este es un trabajo continuo. Es fácil decir «Sí, acepto» el día de su boda, pero ¿qué pasa cuando la ropa interior y los calcetines de él están por todo el piso, o la casa es un desastre, o cuando están en una discusión acalorada? Es fácil amar a ese bebé cuando le sonríe en la cuna, pero ¿qué ocurre cuando ese adolescente desafía todo lo que usted le dice o cuando ese hijo adulto parece vivir de forma contraria a todo lo que usted le ha enseñado? Las relaciones requieren un arduo trabajo de forma continua, y cada persona implicada tiene la responsabilidad de mantener y cuidar la unidad de la relación. 

En nuestra sociedad, tendemos a evitar palabras como sumisión, y la rendición de cuentas nos asusta. Pero una vez que entendemos la verdadera definición y valor de estas palabras, podemos empezar a construir relaciones sanas sobre una base firme con materiales resistentes construidos para que perduren. 

Jesús nos anima a caminar en unidad unos con otros. Él es nuestro ejemplo. La forma en que nos tratamos unos a otros debe ser una manifestación de nuestra gratitud a Dios por su gracia, misericordia y amor hacia nosotros. Al hacer esto, en definitiva, le damos gloria y honor a Él.   

Sobre el autor

Renita Collins sirve actualmente como pastora asociada junto a su marido, Frank Collins Jr., que es el pastor principal de la Iglesia Cristiana Breath of Life en Grosse Pointe, Michigan. Es madre de dos hijos y autora de dos libros, 31 Days of Focus (31 Días de enfoque) y Persevere (Persevere). La familia Collins reside en Grosse Pointe, Michigan.

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