En Mateo 16:18, cuando Jesús dijo: «… Edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella», estaba haciendo una declaración de que Su Iglesia iba a ser una fuerza imparable para el reino de Dios. Su Iglesia se expandiría y multiplicaría, y nada (ni la muerte, ni el infierno, ni la tumba) podría apartarla de su destino.
Ahora somos nosotros las personas que Él utiliza, a través del poder del Espíritu Santo, para llevar a cabo Su misión para un tiempo como éste.
Hace algunos meses, escuché una cita del autor Grant Skeldon que me impresionó. La cita decía algo así «El enemigo quiere dividir a la Iglesia. La Iglesia está muy ocupada tratando de sumar. Sin embargo, Jesús quiere que la Iglesia se multiplique». Dios ya me había estado hablando y despertando en mí esta pasión por la multiplicación, y la cita resonó en mi espíritu.
Es cierto, Satanás no quiere una Iglesia unida porque sabe que cuando nos unimos, nos convertimos en la fuerza imparable de la que habló Jesús. Por lo tanto, su plan es tratar de dividir a la gente. Su intención es crear celos, animosidad, murmuraciones y chismes entre nuestros pastores, las iglesias y ciudades, quitándole poder al pueblo de Dios.
Esto es lo que yo añadiría a la cita matemática de Skeldon: El mundo quiere substraer a la Iglesia. Hoy en día, la cultura nos muestra múltiples intentos de silenciar la voz y los valores de la Iglesia. Vemos cómo el mundo intenta borrar la misión que Dios nos ha encomendado y el impacto que ejercemos, intentando eliminar nuestra influencia presentando a la Iglesia como irrelevante e intolerante.
Muy a menudo, las iglesias desvían su atención, enfocándose en tratar de sumar unas cuantas personas más, añadir unos cuantos proyectos más, añadir unos cuantos programas de alcance, añadir unos pocos dólares más, añadir unos cuantos bautismos más. Algunas veces quedamos presos en una mentalidad de supervivencia, pensando: «Vamos, sobrevivamos un domingo más».
Jesús declaró que Su Iglesia no sólo sobreviviría, sino que florecería y se multiplicaría. Esta afirmación se encuentra tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos: El reino de Dios y su Iglesia están destinados a multiplicarse, equipados y empoderados para ello. Desde el principio se da un mandato que conlleva una promesa, Dios bendice a la humanidad diciendo: «Sean fructíferos y multiplíquense» (Génesis 1:28, NTV). Esas palabras se repiten y resuenan a través de las páginas de las Escrituras.
En la Convención Nacional de Dallas, cuando la Biblia Abierta entraba en una nueva etapa, la orden que percibí de parte de Dios en mi espíritu fue un llamado de alerta. La Biblia Abierta ha consistido en abrazar y perseguir lo que Dios ha querido para nosotros, alcanzar aquello para lo que hemos sido alcanzados, vivir lo que está en el ADN de nuestro movimiento. Podríamos, como comunidad y red de iglesias, creer juntos que Dios quiere multiplicar Su reino a través de cada iglesia local, cada ministro, todos nuestros distritos y regiones, a nivel nacional y mundial.
Los líderes de la Biblia Abierta están determinados y motivados a servir a nuestras iglesias locales y ver los ministerios multiplicarse, entendiendo que a medida que lo hacen, experimentamos todos en conjunto la promesa de Dios de la multiplicación.
Durante las próximas semanas y meses escuchará más acerca de cómo esta palabra de Dios puede ser experimentada de manera práctica. Juntos, de acuerdo y en armonía, emprendemos la «Misión de Multiplicación». Creemos que en los próximos años veremos a Dios multiplicar Su Reino en sus iglesias y ministerios. Además, lo veremos multiplicar: el número de líderes y ministros de la Biblia Abierta, las almas salvadas, los discípulos en formación, las iglesias fundadas y adoptadas, y la próxima generación emergiendo y abriéndose paso hacia su destino. ¿Unirá su fe y sus oraciones a las nuestras, creyendo que el llamado de Dios es que Biblia Abierta sea «fructífera y se multiplique»?
«Asegúrate de obedecer todos los mandatos que te entrego hoy. Entonces VIVIRÁS y te MULTIPLICARÁS, y ENTRARÁS en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados y la POSEERÁS». (Deuteronomio 8:1 NTV, énfasis añadido).
Michael Nortune
Michael Nortunees presidente de las Iglesias de la Biblia Abierta. Ha ministrado fielmente en la iglesia local durante treinta y cinco años. Desde sus comienzos como conserje y jardinero hasta pastor principal de Life Church en Concord, California. Michael a lo largo de su ministerio ha tenido la oportunidad de adquirir experiencia en todas las funciones dentro de la iglesia. No sólo tiene experiencia práctica a nivel local, sino que también ha liderado en las Iglesias de la Biblia Abierta a nivel distrital, regional y nacional.