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El Ministerio de Animar

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Una de las alegrías más grandes en esta etapa de mi vida es que el director de Misiones Globales, Vince McCarty, me haya pedido que sirva como «pastor» de nuestros misioneros de la Biblia Abierta. Mi labor es darles apoyo espiritual y emocional, así como recodarles de forma sencilla lo orgullosos que estamos de colaborar con ellos.

Al hablar por teléfono con los misioneros, suelo preguntarles cosas como: «¿Quién vela por usted? ¿Qué está haciendo para cuidarse? ¿Cómo puedo orar por usted?». Hago estas preguntas porque los misioneros dedican su vida a compartir el Evangelio, en ocasiones en entornos difíciles y aislados. Mientras se ocupan de los demás, a menudo no se preocupan lo suficiente de sí mismos. Dado que he pasado la mayor parte de mi vida en las trincheras del ministerio, comprendo lo fácil que esto puede suceder. Pero ahí es donde entra mi labor de: animar, apoyar y escuchar. 

A continuación, presento tres sugerencias que animo a nuestros misioneros a realizar (que a la vez pueden servir como recordatorios útiles para todos nosotros):

  

Nuestra salud física y espiritual están directamente relacionadas con nuestra eficacia y longevidad en el ministerio. Sea cual sea su edad o su historial médico, lo más probable es que podría estar más sano de lo que está ahora, y hay alternativas que puede adoptar (comer y dormir mejor, hacer ejercicio, etc.) para reducir su estrés. El desafío es realizarlas de forma intencionada y constante. Los principales culpables de gran parte de nuestra depresión y fatiga son la mala alimentación, la falta de ejercicio y el descanso inadecuado. La buena noticia es que son cosas que podemos cambiar.  

  • Comience con unos pocos cambios.
  • Tenga un plan y cúmplalo.
  • Hágalo «como para el Señor», integrado con el resto de sus disciplinas espirituales.

«Tú me hiciste; me creaste. Ahora dame la sensatez de seguir tus mandatos.» (Salmo 119:73 NTV).

En el ministerio, uno de los mayores retos para muchos es que ponemos todo nuestro esfuerzo en el ministerio, dejando muy poco tiempo o energía para cultivar las relaciones que nos infundan vida

En el ministerio, uno de los mayores retos para muchos es que ponemos todo nuestro esfuerzo en el ministerio, dejando muy poco tiempo o energía para cultivar las relaciones que nos infundan vida: Nuestro matrimonio, nuestra familia, nuestros mentores y amistades sanas. En el caso de los misioneros, las barreras culturales y lingüísticas pueden a veces complicar el desarrollo de relaciones sanas. Una vez más, nuestra longevidad en el ministerio está directamente relacionada con la salud de nuestras relaciones. No más excusas: ¡hágalo!

  • Planifique en su calendario el tiempo que dedicará a las relaciones sociales y manténgalo como una prioridad.
  • No deje nunca de hacer nuevos amigos ni de probar cosas nuevas.
  • Reconozca a las personas y las actividades que le brindan alegría a su vida.

 «Como el hierro se afila con hierro, así un amigo se afila con su amigo.» (Proverbios 27:17 NVI).

No podemos controlar lo que los demás dicen de nosotros o lo que nos dicen a nosotros, pero SÍ podemos elegir lo que nos permitimos pensar al respecto. No pierda tiempo ni energía castigándose o preocupándose constantemente por lo que los demás piensan de usted. En última instancia, TODOS somos inadecuados a no ser que aprendamos a cooperar con el propósito de Dios, y Él nos dará todo lo que necesitamos para cumplir ese propósito. La mayor parte de la batalla que enfrentamos en el ministerio se gana o se pierde en nuestros pensamientos. Sin embargo, ¡introducir a Dios en la ecuación lo cambia todo!

  • Alimente su cerebro con la verdad.  
  • Reconozca las mentiras del enemigo.
  • ¡Elija pensar en lo que DIOS DICE!

«No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar.» (Romanos 12: 2a, NTV). 

Le animo a que, hoy, dedique un momento para ponerse en contacto con un misionero o un ministro. Un simple mensaje de texto, una llamada o un correo electrónico podrían ser el estímulo que necesitan. Trabajamos juntos. Nunca hemos estado destinados a hacerlo solos. Estoy muy orgulloso y agradecido de formar parte de la familia de la Biblia Abierta. 



Sobre el autor

Monte LeLaCheur

Monte LeLaCheur fue el pastor de la iglesia Turning Point en Spokane, Washington, ocupó el cargo durante veintinueve años, tras haber trabajado como asistente de su padre en la misma iglesia durante quince años. Hoy es pastor de misioneros de la Biblia Abierta y de la región del Pacífico. Él y su esposa, Amy Jo, cuentan también con una Consulta de Asesoramiento Cristiano. Comuníquese con ellos en: www.insightscoaching.org

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