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La pérdida de Lisa
Published
2 years agoon
por Chris Hansler
Lisa y yo nos conocíamos desde los cinco años porque era la hermana pequeña de mi mejor amigo. Empezamos a salir cuando terminé la secundaria, nos casamos en el verano de 1985 y estuvimos casados durante 36 años.
El 14 de febrero de 2022 fue nuestro cuarenta aniversario juntos del Día de los Enamorados; también fue la última noche que estaría con ella. El cáncer de mama, que creíamos que había vencido a fines de 2020 tras un tratamiento agresivo que incluía quimioterapia, una mastectomía bilateral y radiación, había regresado con fuerza en octubre de 2021.
En aquel momento recibimos el sorprendente diagnóstico de que le quedaba tal vez de dos a cinco años de vida. La enfermedad se había manifestado como un colapso pulmonar causado por el líquido en sus pulmones. Luego supimos que el cáncer se había extendido a los ganglios linfáticos de su abdomen. El deterioro fue rápido y difícil. Tenía que drenar el líquido de sus dos pulmones dos veces al día. Pronto perdió la capacidad de moverse y luego perdió el apetito. Luchó por su vida y creía como siempre lo había hecho. Oramos (al igual que cientos de amigos y familiares) y los médicos hicieron todo lo posible para prolongar su vida. Pero en la mañana del 15 de febrero, tras un momento de oración y un intercambio de «te quiero» entre ella, nuestros hijos y yo, Lisa se fue en paz a estar con Jesús.
Nos sorprendió el hecho de que el cáncer hubiera vuelto, pero aun así pensábamos que teníamos más tiempo. En lugar de eso, me encontré con que me había quedado solo. Era difícil asimilar la realidad de la pérdida.
Todo es diferente: preparar y comer una comida; salir a caminar; hacer un viaje de trabajo y que ella no me envíe un mensaje de texto o me llame en el camino o al final del día; llegar a una casa vacía; ver un programa de televisión; ir a la iglesia; hablar con nuestros hijos; discutir ideas, sueños, frustraciones, acontecimientos divertidos o peculiares; ir a la cama; despertarse. Todo es diferente.
La gente me asegura que eventualmente «…todo mejorará». Sé lo que quieren decir con eso: No sufriré tantas crisis. Volveré a la rutina, a lo normal. Seré capaz de funcionar «mejor» que al principio del proceso de duelo. Y eso es cierto. Pero la realidad no será mejor. Ahora, siete meses después no me siento «mejor» sin ella en comparación a como me sentía poco después de perderla, porque ahora me siento aún más lejos de ella. No, no es mejor; simplemente es una situación más familiar, aunque es una familiaridad no deseada. Sin embargo, ha habido algunas cosas que me han ayudado:
- Escribir un diario del proceso. Escribir me ayuda a procesar mis pensamientos, así que creé un blog donde hago precisamente eso. No es un blog que pretenda inspirar o enseñar. Son mis salmos y lamentos personales.
- Buscar asesoramiento. Durante muchos años, me he reunido con un consejero en forma consistente, y en esta temporada, ha sido muy valioso. Soy un firme creyente de que todo pastor debe tener acceso a un consejero con el que pueda consultar al menos una vez al año.
- Estar cerca de mi familia. Nadie entiende ni comparte mejor esta etapa como mi familia. Y cuando nos relacionamos es cuando podemos ser completamente nosotros mismos («lo bueno, lo malo y lo feo») sin preocuparnos de lo que los demás puedan pensar.
- Aceptar el amor genuino de la gente. El Salmo 34:18 (NTV) dice: «El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón». He sentido Su profunda y permanente presencia incluso en los momentos más oscuros y tristes. Pero una de las maneras más prominentes en que Él ha mostrado que está cerca es a través de la bondad, la generosidad, la consideración y el cuidado de Su gente. Nos han abrumado con notitas, tarjetas de regalo, flores, comidas y la presencia sencilla y prudente. Todo esto ha sido un hermoso testimonio de Jesús para mi familia y para mí.
- Volver a comprometerse. Después de perder a Lisa, me tomé un par de semanas libre del trabajo. De una manera extraña, volver al trabajo me pareció casi una traición, como si estuviera avanzando sin ella. Pero regresar al trabajo, reenfocar mi atención y energía, y estar rodeado de gente fue una parte útil del proceso de sanación. También he empezado un programa de maestría. Ha habido muchas veces en las que no he tenido ganas de volver a involucrarme o de estar cerca de la gente. La iglesia, y para mí el servicio de adoración en particular es un momento muy emotivo. Y aunque sería fácil simplemente evitarlo, en lugar de eso decidí unirme a nuestro equipo de adoración. A veces he estado en el altar tocando la guitarra con lágrimas en los ojos, pero si la iglesia no es un lugar seguro para que eso suceda, entonces hemos malinterpretado el propósito del cuerpo de Cristo.
There are also some things I am learning in this journey.
- Necesito apoyarme en mis emociones. Lisa me decía con frecuencia: «¡Claro que no te molesta porque no tienes sentimientos!». 😊 Pero ¡oh, ¡cómo han aflorado las emociones! Y aunque es tentador enterrar o esconder las emociones, no es útil ni para mí ni para los demás. Si algo hacen los salmos es dar permiso a nuestras emociones.
- Necesito a Jesús. Cada día, más que nunca, necesito estar con Jesús. Siempre he valorado la soledad y las escapadas, a menudo a la montaña. Pero ahora que Lisa se ha ido y mis hijos están solos, a menudo me encuentro solo y en una casa silenciosa. Sé que algunos de los que están leyendo esto, que tienen vidas ocupadas y niños bulliciosos, pueden pensar que esto suena como un sueño. Pero me he dado cuenta de algo: estar solo no es lo mismo que experimentar la soledad; la quietud no es lo mismo que el silencio; la inactividad no es lo mismo que la calma. Hay una intencionalidad en nuestro tiempo con Jesús y en nuestra percepción de Él. Y más que nunca necesito tiempos a solas con Jesús, en silencio para escuchar, para estar quieto y conocer que Él es Dios.
Cada día, más que nunca, necesito estar con Jesús. Siempre he valorado la soledad y las escapadas, a menudo a la montaña. Pero ahora que Lisa se ha ido y mis hijos están solos, a menudo me encuentro solo y en una casa silenciosa. Sé que algunos de los que están leyendo esto, que tienen vidas ocupadas y niños bulliciosos, pueden pensar que esto suena como un sueño. Pero me he dado cuenta de algo: estar solo no es lo mismo que experimentar la soledad; la quietud no es lo mismo que el silencio; la inactividad no es lo mismo que la calma. Hay una intencionalidad en nuestro tiempo con Jesús y en nuestra percepción de Él. Y más que nunca necesito tiempos a solas con Jesús, en silencio para escuchar, para estar quieto y conocer que Él es Dios.
Sobre el autor
Chris Hansler sirve como director ejecutivo Regional para la Región del Pacífico. Tiene una amplia experiencia pastoral y en liderazgo, ha servido como líder de jóvenes, como pastor plantador de iglesias y como ex director de Discover Church Planting (Red de Plantación de Iglesias Descubre). Chris tiene la pasión de identificar, animar, equipar y lanzar a individuos para servir a la misión de Jesús a través de la iglesia local. Él y su difunta esposa, Lisa, son los padres de tres hijos adultos: Robert, Johnathan y Angela.
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Papúa Nueva Guinea: Un testimonio de la fidelidad de Dios
Published
3 days agoon
December 20, 2024En el mes de septiembre de 2024 el exmisionero Mark Brandt y yo nos encontramos en el aeropuerto de San Francisco para volar a Papúa Nueva Guinea. Viajamos allí para participar en la conmemoración del cincuentenario aniversario de las Iglesias de la Biblia Abierta y asistir a la Convención Nacional en la base misionera Ivingoi de la Biblia Abierta en las Tierras Altas Orientales.
Tras tres vuelos diferentes y algunos retrasos inesperados, Mark y yo llegamos al aeropuerto de Goroka (Papúa Nueva Guinea). El director de campo, Joshua Essy, y varios miembros de la Junta Nacional de las Iglesias de la Biblia Abierta estaban allí para recibirnos.
Subimos a tres vehículos diferentes e incluso contamos con un vehículo de escolta de la policía cuando comenzamos nuestro viaje de cuatro horas por la carretera montañosa que nos llevaría a la base misionera de Ivingoi. Cuando llegamos, la entrada principal estaba rodeada de cientos de personas de pie a ambos lados de la carretera para darnos la bienvenida. En realidad, uno no se considera digno de semejante recibimiento, pero nos sentimos muy honrados. Cuando Mark salió de su vehículo, la gente se agolpó para saludarle porque hacía veintitrés años que no había regresado a Papúa Nueva Guinea. Fue impresionante ver cuánto le amaban a él y a su familia.
La Convención Nacional y la celebración del cincuentenario aniversario comenzaron el lunes por la tarde y contaron con la asistencia de más de 2.000 personas, las que tuvieron que sentarse en el suelo alrededor de la plataforma porque no había un edificio lo suficientemente grande para acomodar a todos.
Al contemplar esta gran multitud del pueblo de Dios, pensé en el Salmo 89:1 que dice: «Oh Señor, por siempre cantaré la grandeza de tu gran amor; por todas las generaciones proclamará mi boca tu fidelidad.» (NVI). Dios es fiel para bendecir y mantener su obra. Ahora, hemos podido presenciar el fruto de esa fidelidad en las miles de vidas que han sido transformadas por el poder del Evangelio, en Papúa Nueva Guinea.
El martes celebraron una ceremonia especial para dar la bienvenida a todos los dignatarios del gobierno local, empresarios e invitados internacionales.
Al día siguiente visitamos la clínica de la misión de la Biblia Abierta, cuyo personal y ambulancias son financiados por el gobierno de Papúa Nueva Guinea. Hace varios años atrás, Misiones Globales envió fondos para construir una nueva maternidad. Hoy, la clínica atiende a más de 20.000 pacientes al año; es la única consulta médica en cientos de kilómetros y está rodeada por varios pueblos.
Actualmente tenemos treinta y siete Iglesias de la Biblia Abierta en Papúa Nueva Guinea, y se están iniciando cinco nuevos alcances. El crecimiento y la expansión de la obra de la Biblia Abierta allí es un tribute maravilloso a todos los misioneros, enfermeros, enfermeras y nacionales que han sacrificado tanto y han superado con creces el llamado al servicio del Señor. Ahora, con un fundamento tan sólido, el trabajo de las Iglesias de la Biblia Abierta en Papúa Nueva Guinea está preparado para experimentar un extraordinario crecimiento.
Fue un honor participar en la celebración del cincuentenario aniversario y en la Convención Nacional de Iglesias de la Biblia Abierta de Papúa Nueva Guinea. Además, fue un privilegio contar con la compañía del exmisionero Mark Brandt en este viaje. Felicito al presidente Joshua Essy por su liderazgo y el de toda la Junta Nacional. Sé que el trabajo de La Biblia Abierta seguirá creciendo y prosperando bajo su dirección y guía.
Sobre el autor
Vince McCarty
Vince McCarty sirve como director ejecutivo de Misiones Globales de las iglesias de la Biblia Abierta, supervisando la obra en cincuenta y cinco países del mundo. Agradece al gran equipo misionero y a todos los líderes nacionales con los que tiene la oportunidad de servir. Su desea es que recordemos que la Gran Comisión es demasiado grande para que alguien la cumpla solo y demasiado importante para no tratar de hacerla juntos.
Cuando falleció mi primer esposo, mi vida «cambió». Después de atravesar mi propio dolor, el Señor me permitió caminar junto a muchas otras personas que también estaban sufriendo. Las puertas siguieron abriéndose en esta área, y cuando surgió la oportunidad de servir con Marketplace Chaplains (Capellanes de Mercado), sentí la confirmación de Dios de que era allí donde Él me quería. Comencé como capellán poco después de presentar mi solicitud, y dos años más tarde me ofrecieron el puesto de director de Operaciones para un nuevo equipo formado en el sur de Florida.
El ministerio de Marketplace Chaplains (Capellanes de Mercado) se distingue de los demás por la forma en que se creó y el motivo principal de su existencia. Fue creado por un antiguo capellán militar, Lee Strickland, en 1984. Tras la experiencia de haber sido atendido por capellanes en el ejército, Lee deseaba ofrecer un servicio similar a su comunidad a través de este ministerio único. Los equipos de Marketplace Chaplains (Capellanes de Mercado) están formados por capellanes varones y mujeres que ayudan en la atención a los empleados de empresas de Estados Unidos y Canadá. Las relaciones dentro de estas empresas se establecen a través de visitas rutinarias de los capellanes que se ofrecen en forma semanal, bimensual o mensualmente. Estas visitas periódicas ayudan a los empleados a sentirse cómodos con los capellanes, de modo que, cuando se produce una crisis, es más probable que soliciten ayuda. Los capellanes están a disposición de los empleados 24 horas al día, 7 días a la semana, para ayudarles en casos de duelo, funerales, prevención del suicidio y crisis familiares.
Algunos años atrás, un líder de una de las empresas a las que presto mis servicios llamó asustado cuando una de sus empleadas sollozaba al descubrir que su marido, sano y de cuarenta años, había fallecido repentinamente mientras dormía. El líder me preguntó: «¿Qué hago?». Le había dado el pésame y había sufragado su vuelo de regreso a casa para iniciar los preparativos, pero a pesar de ello, confesó que una situación tan trágica le hacía sentir impotente y débil. Le recordé que cuando nos sentimos débiles, el Señor promete ser nuestra fortaleza. También le dije que, en tiempos de tragedia, a menudo no es lo que decimos lo que Dios usa, sino simplemente nuestra presencia. A medida que hablaba, me di cuenta de que todo el dolor por el que había atravesado me había ayudado a apoyar a este líder en esta tremenda prueba.
Existen retos a la hora de ser capellán cristiano en sitios donde se reconocen todas las creencias religiosas. Recuerdo un momento en particular, cuando estaba recibiendo capacitación en el hospital, en el que el director del programa insistió en que no se podía usar el nombre de Jesús para cerrar una oración sin el consentimiento del paciente. Luché con este concepto, incluso preguntándome si esta limitación era Dios diciéndome que no sirviera en este tipo de ministerio. Más tarde ese mismo día, estaba haciendo mis rondas en la planta que me habían asignado en la unidad de parálisis, que atiende a pacientes con lesiones que afectan a su capacidad para caminar. Entré en la habitación de un paciente varón, saludándole con un simple: «Hola, señor, ¿cómo está?». Con voz extremadamente alta y animada, el paciente respondió: «¡Ahí está!». Supuse que no era bienvenida, le respondí: «Lo siento, señor, no estoy segura si le entendí. ¿Quiere que vuelva en otro momento?». A lo que respondió: «¿Cómo puede irse ahora? Usted acaba de traer aquí al Espíritu Santo».
Estaba sorprendida; lo único que había dicho era un saludo. No había orado ni hablado de Dios. Este hombre ni siquiera había visto mi insignia de capellán cuando hizo esta declaración. En ese momento vi el poder de la presencia de Dios en mi vida. Pude ver que cuando apoyo y sirvo a pacientes o empleados en espacios seculares, Jesús va conmigo, mencione o no su nombre. Dios puede usarme y me usará en este papel de capellán, y estoy agradecida por la oportunidad de servirle en el mercado.
Para aquellos que sientan el llamado a servir como capellán o que simplemente quieran aprender más, Marketplace Chaplains (Capellanes de Mercado) a menudo busca hombres y mujeres que sientan el llamado de Dios a impactar su comunidad fuera de su iglesia. Visite este sitio web para buscar trabajo y aprender más sobre esta increíble manera de transformar vidas: www.mchapcares.com
Sobre la autora
Kwabea Francis
Kwabea Francis sirve como directora ejecutiva de operaciones con Marketplace Chaplains (Capellanes de Mercado) y es ministra ordenada de la Biblia Abierta. Su corazón es compartir el amor y el propósito de Dios con aquellos a quienes sirve como capellán, predicadora y maestra de la Palabra de Dios. Ella asiste a Living Word Open Bible Church en Cooper City, Florida. Kwabea obtuvo su Maestría en Divinidad en el Seminario Teológico de Asbury y es graduada de la Universidad de Florida. Ella y su esposo tienen cinco hijos y tres nietos.
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Cinco medidas para subsanar el déficit de mujeres en el liderazgo ministerial
Published
3 days agoon
December 20, 2024By
Julie ColeLa Biblia Abierta tiene una herencia rica de mujeres líderes en el ministerio. Nuestra denominación nació en avivamiento y se formó por la unión de dos movimientos que surgieron de otras denominaciones fundadas y dirigidas por mujeres (Florence Crawford y Aimee Semple McPherson). La postura de la Biblia Abierta en cuanto al liderazgo de las mujeres en el ministerio lo celebra a todos los niveles. Sin embargo, a pesar de esta rica historia y la bendición actual para las mujeres en el liderazgo ministerial, todavía es raro encontrar mujeres en ciertos cargos ministeriales dentro de nuestras iglesias. Existen múltiples razones para esto, pero aquí hay cinco medidas a considerar al abordar este tema.
1. Analice sus propios prejuicios.
La mayoría de las veces, no se elige a mujeres para altos cargos de liderazgo porque «no se ha hecho antes». La tradición puede ser una fuerza poderosa, pero a veces impide que se produzcan cambios importantes. Pregúntese cómo se sentiría si una mujer fuera elegida como pastor principal de su iglesia. Lo más probable es que le resulte incómodo. Que sea incómodo no siempre significa que esté mal. Por lo general, significa simplemente que es diferente. Esta incomodidad es a menudo temporal, y la disposición a aceptarla puede crear nuevas oportunidades para que las mujeres lideren. Cuando se abra una posición de liderazgo ministerial, permítase considerar tanto a mujeres como a hombres como candidatos para el puesto.
2. Estudie lo que dicen las Escrituras sobre las mujeres que ejercen liderazgo.
El Antiguo y el Nuevo Testamentos están llenos de mujeres que desempeñaron funciones importantes de liderazgo a todos los niveles. Observe la influencia y el nivel de autoridad que se les concedió. Estudie los «pasajes problemáticos» de las Escrituras (por ejemplo, 1 Corintios 14:34 y 1 Timoteo 2:12), que parecen limitar la enseñanza y la palabra de las mujeres. Algunos eruditos y comentarios de renombre muestran cómo estos pasajes estaban destinados a abordar problemas específicos con los que la iglesia primitiva tuvo que lidiar, en lugar de convertirse en una regla general que limitara a las mujeres en el liderazgo. Si usted es un líder de la iglesia, comunique claramente la posición de su iglesia sobre las mujeres en el liderazgo ministerial. Con demasiada frecuencia este tema se ignora, manteniendo el statu quo.
3. Abogue por las mujeres que ejercen liderazgo.
Anime a las mujeres, jóvenes y mayores, que tienen el don de liderar. Oriéntelas. Contrátelas. Es una bendición cuando una mujer anima desinteresadamente a otra en la labor de su liderazgo; con demasiada frecuencia, existe la tentación de criticar duramente o estar celosa, lo que lleva a vacilar a la hora de asumir el liderazgo. Es muy significativo que un líder hombre aliente y deje espacio para que una mujer lidere. Es muy importante dar a las mujeres las mismas oportunidades que se darían a los hombres que están aprendiendo a dirigir. Resulta muy raro que a una mujer joven se le conceda tiempo en la plataforma u otras responsabilidades públicas, mientras que esas oportunidades se dan a los hombres que se están formando. Intente ser igualitario siempre que pueda. De lugar a la inexperiencia y dé repetidas oportunidades de aprender y crecer.
4. Predique acerca de mujeres que fueron fuertes líderes en la Biblia.
Las Escrituras están llenas de mujeres que ejercieron liderazgo como Miriam, Ana, Ester, Débora, María y Priscila. Destacar sus vidas muestra cómo los dones de liderazgo de Dios son dados tanto a hombres como a mujeres. Esto anima a las mujeres líderes y les ofrece modelos bíblicos.
5. Fomente una cultura de liderazgo compartido.
Muchas veces, la iglesia escucha la mayor parte del tiempo la voz de un solo pastor. Compartir regularmente el púlpito crea un espacio donde los líderes en formación pueden experimentar el ministerio público. Al permitir que prediquen tanto hombres como mujeres, la congregación se acostumbra al liderazgo masculino y femenino, creando un equipo de jugadores que puedan ser entrenados para ayudar en todos los niveles de liderazgo de la iglesia. De este modo se evita que la iglesia idolatre o drene a un solo líder y permite que se puedan compartir los dones de más personas.
La Iglesia, la Esposa de Cristo, es más eficaz cuando hombres y mujeres trabajan en el liderazgo hombro a hombro. Cuando se ignoran o se limitan las voces y los dones de liderazgo de las mujeres, se silencia a la mitad de la Iglesia. No obstante, cuando hombres y mujeres comparten de manera desinteresada el liderazgo y la influencia, el reino de Dios avanza poderosamente. Este compartir del liderazgo altruista refleja la naturaleza de Dios de manera más plena, creando un espacio donde el Espíritu Santo puede venir y moverse poderosamente.
Recursos adicionales:
- Manual de la Biblia Abierta – Declaraciones oficiales 7.6: El papel de la mujer en el ministerio y el liderazgo (p. 91-92)
- Webinar de la Biblia Abierta: Mujeres en el liderazgo ministerial: Respuesta al llamado de Dios. (Disponible solo en inglés)
- Un libro de ayuda sobre la teología bíblica de las mujeres en el liderazgo ministerial: God’s Women Then and Now por Deborah M. Gill y Barbara Cavaness. (Disponible solo en inglés)
About the Author
Julie Cole
Julie Cole es Directora Asociada de Formación Espiritual y del Cuidado del Alma en The King’s University en Southlake, Texas. Es licenciada en terapia matrimonial y familiar, directora espiritual y ministra ordenada. Julie desea inspirar a la gente a escuchar la voz de Dios y ver Su mano en las experiencias grandes y pequeñas de la vida. Julie y su esposo, David, viven en Fort Worth, Texas, y tienen cuatro hijos y ocho nietos con dos más en camino en 2025.