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Cumplamos Nuestro Destino 

Este título es parte de una cita de E. J. Fulton, uno de los principales líderes fundadores que ayudaron a dar a luz a las Iglesias de la Biblia Abierta hace años, cuando la Biblia Abierta era todavía un sueño de lo que podría llegar a ser. Dos agrupaciones distintas de iglesias procedentes de corrientes de avivamiento en diferentes partes del país habían empezado a unirse con gran potencial y posibilidades –– no por conveniencia, ni por ventajas económicas, ni sólo para aumentar de tamaño. Soñaban con una asociación de iglesias que cumpliera la misión de Dios, que evangelizara a las naciones, liberara embajadores de Cristo, enviara misioneros, plantara iglesias y levantara y formara líderes. Impulsados por la oración y la fe, persiguieron esta pasión.

Como éramos tan compatibles en muchos aspectos, surgió nuestro deseo de confraternizar, lo que dio lugar a una unión orgánica en 1935. . . En la providencia de Dios estos dos grupos de orígenes tan diferentes encontraron un interés de corazón y de vida y se unieron por la infusión del Espíritu Santo en una bendita confraternidad….Dios nos conceda que nunca dejemos de cumplir nuestro destino en Cristo.”

Por Rev. E. J. Fulton*

En la actualidad somos la prueba viviente, la respuesta a la oración y la fe de nuestros fundadores, ordenadas por Dios. Todos y cada uno de nosotros ahora seguimos el llamado. Hoy, como asociación y familia de iglesias, estamos cumpliendo nuestro destino en Cristo, y nuestros sueños son más grandes que nuestros recuerdos. Dios nos ha llamado a algo tan grande, tan imponente y poderoso que no hay forma de que podamos lograrlo solos o con nuestras propias fuerzas. Lo maravilloso es que Él nos da la gracia, la fuerza y el poder sobrenatural para llevarlo a cabo mientras seguimos Su voluntad.  

Aunque aprecio nuestra herencia y creo que vivimos en el legado de los que nos precedieron y que dejaremos un legado a los que vendrán, no vivimos en 1935, y no podemos limitarnos a deleitarnos con los «buenos viejos tiempos». El apóstol Pablo nos dice que, aunque nos apoyamos en el fundamento de quienes nos precedieron, «[Somos] miembros de la familia de Dios. Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo. Estamos cuidadosamente unidos en él». (Efesios 2:19-21, NLT, énfasis mío).  

Fuimos edificados en el pasado con Jesús como nuestra piedra angular, y ahora abrimos un camino NUEVO hacia la misión y el destino que Dios tiene para nosotros –– nuestras iglesias locales, así como las Iglesias de la Biblia Abierta en su conjunto. Creo que Dios está agitando las aguas. Él está preparando algo nuevo; ¡¿puedes percibirlo?! Hay una cosecha y una temporada fructífera que viene por delante –– un tiempo de multiplicación en nuestro futuro.  

Nos encontramos en un momento crucial de la historia de la Biblia Abierta. Algunos le llaman una ventana de oportunidad, un nuevo día o una nueva estación. Pero cuando uno piensa en una bisagra se imagina algo que permite que una puerta se abra hacia un lugar diferente, un lugar nuevo, un lugar fresco. Tengo esta convicción ardiente de que la Biblia Abierta se está preparando para atravesar esa puerta. No sólo para nosotros y para este tiempo. No sólo para la comunidad que rodea nuestra iglesia local o para los que ahora están lejos de Cristo, sino para la próxima generación.  

Estamos a doce años de la celebración del centenario del nacimiento de la Biblia Abierta. Estos próximos doce años son la puerta que atravesamos juntos para asentar los cimientos que nos impulsen hacia los próximos cien años, si el Señor no viene antes, de ministerio fructífero y poderoso. Nuestro legado será construir sobre lo que fue edificado y capacitar a los que vendrán para terminar la obra. Oirás más detalles al respecto, pero la cuenta regresiva está en marcha.  

Jesús nos mostró cómo llevar a cabo esta tarea. Vivió su vida en misión y nos llama a hacer lo mismo. Cuando, a los doce años, sus padres le dejaron en el templo por descuido, se sorprendieron al volver y verle enseñando a los eruditos de la época. Cuando le preguntaron qué hacía, respondió con las famosas palabras: «¿No sabían que tengo que estar ocupado en los asuntos de mi Padre?» (Lucas 2: 49, NVI). Más tarde diría: «Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.» (Juan 4: 34, RVR-60).  

Ahora nos toca a nosotros trabajar arduamente y «sin que nos falte el fervor» (Romanos 12: 11), mientras seguimos el destino al que Dios nos llama y vivimos la misión que nos une: «Hacer discípulos en todo el mundo, plantar iglesias y formar líderes».  «Dios nos conceda que nunca dejemos de cumplir nuestro destino en Cristo».  

La historia continúa. . .

*Mitchell, R. Bryant. Heritage and Horizons, Open Bible Publishers, 1982, p. 179.

Sobre el Autor


Michael Nortune

Michael Nortune es presidente de las Iglesias de la Biblia Abierta. Ha ministrado fielmente en la iglesia local durante treinta y cinco años. Desde sus comienzos como conserje y jardinero hasta pastor principal de Life Church en Concord, California. Michael a lo largo de su ministerio ha tenido la oportunidad de adquirir experiencia en todas las funciones dentro de la iglesia. No sólo tiene experiencia práctica a nivel local, sino que también ha liderado en las Iglesias de la Biblia Abierta a nivel distrital, regional y nacional. 

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