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¡No morí! 

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Por David Ridgway 

Era un viernes, a un poco más de una semana antes de la Navidad, cuando me di cuenta de que no me sentía bien. Mi esposa, Rose, y yo teníamos previsto organizar una fiesta de Navidad para su familia esa noche. Como no quería exponer a nadie al COVID, me sugirió que me hiciera la prueba en un lugar cercano que ofrecía pruebas gratuitas. Después de unos cuarenta minutos, los resultados dieron negativos, así que supuse que sólo tenía un resfriado o una gripe. Esa noche me quedé en nuestro cuarto para no exponer a nadie a lo que fuera que tuviera. (Resultó ser COVID, y seis personas se contagiaron. Gracias a Dios, ninguna se enfermó de gravedad y todas se recuperaron). 

El sábado estuve todo el día tosiendo, en cama. El domingo me quedé en casa sin ir a la iglesia, yo nunca falto. Tengo mi propio negocio de control de plagas y el lunes tenía que hacer un trabajo importante que no podía esperar. Intenté salir de la casa, pero no podía caminar tres o cuatro pies sin respirar con dificultad. Tuve que volver a casa, totalmente agotado. Rose me llevó inmediatamente al hospital, el MercyOne West de la zona oeste de Des Moines, un suburbio de Des Moines, Iowa. Allí di positivo en la prueba de COVID. Me dijeron que estaba deshidratado y que mi presión arterial se había desplomado. Me pusieron una vía intravenosa y consiguieron que mi presión arterial volviera a un nivel aceptable y el martes por la mañana me enviaron a casa, diciéndome que descansara. 

Seguí empeorando. El miércoles tenía dificultades para respirar, así que Rose me llevó de nuevo al hospital y me ingresaron. Pensé: «Estoy en el hospital. Me cuidarán y me pondré mejor».  

En lugar de eso, fui decayendo rápidamente. Aunque me aumentaban el nivel de oxígeno, tenía problemas para respirar. Había llegado a los 75 litros, pero mi flujo sanguíneo absorbía cada vez menos. Estaba empezando a perder el conocimiento, sin darme cuenta de lo que ocurría a mi alrededor. Como Rose también había dado positivo en la prueba de COVID, no podía visitarme. 

En Navidad estaba muy mal. Mi madre vino a verme. En ese momento estaba 99% seguro de que iba a morir. En mi mente podía ver un pasillo en la esquina, y sabía que era la puerta de la muerte. Me acercaba cada vez más a ese pasillo. Sabía que si llegaba a ese pasillo, habría muerto. Pasaría de esta vida a la siguiente.  

Pensé: «No puedo controlar esto; no puedo detenerlo. Tengo 50 años y todavía tengo muchas cosas que hacer. Tengo muchas responsabilidades: mi casa, mi negocio, mi familia y el ministerio de la iglesia. Esto está sucediendo realmente» 

Pensé: «No puedo controlar esto; no puedo detenerlo. Tengo 50 años y todavía tengo muchas cosas que hacer. Tengo muchas responsabilidades: mi casa, mi negocio, mi familia y el ministerio de la iglesia. Esto está sucediendo realmente» 

David Ridgway en el hospital

En Navidad, el médico llamó a mi esposa y trató de prepararla. Le dijo: «Dave tiene el peor tipo de COVID. Además, neumonía y una infección respiratoria. Tiene un camino difícil por delante y probablemente no sobrevivirá». A media noche, decidieron trasladarme al hospital principal del centro.  

Aunque la mañana siguiente era un domingo, nuestra iglesia, Iglesia Journey de la Biblia Abierta en Urbandale, no celebraba el servicio para dar al personal tiempo libre con sus familias por las vacaciones. Rose había mantenido a nuestro pastor, Darrick Young, al tanto de mi condición y él avisaría al equipo de oración y a otros líderes. Tras recibir la alarmante noticia de mi estado, el pastor Darrick llamó al hospital para ver si podía visitarme. Sin dudarlo le dijeron: «Sí, es más que probable que deba venir».  

Recuerdo haber oído su voz y ser consciente de que estaba orando por mí, pero no recuerdo mucho de la visita. Más tarde me dijo que yo estaba algo receptivo y que estuve de acuerdo con él en la oración.

Cuando la gente de la iglesia se enteró de mi estado, varios dejaron lo que estaban haciendo y se reunieron en la iglesia para orar. El pastor Darrick llamó a Rose a casa, la puso en el altavoz y oró con ella. Cuando una enfermera, que trabaja en el Mercy, mencionó que mi hija Natalie estaba conmigo en ese momento, Darrick llamó al teléfono de Natalie. Me puso en el altavoz y pude oír a la gente orar por mí. No lo recuerdo, pero más tarde me dijeron que no paraba de decir: «Aleluya». En esa reunión también organizaron una cadena de oración de 24 horas. Todavía me sorprende que la gente dejara lo que estaba haciendo durante un día festivo y se reuniera para orar por mí. 

Dios me bendijo con el Dr. Wilcox, de quien me han dicho que es el mejor médico para tratar el COVID. Pero las noticias que le dio a Rose el lunes por la mañana no fueron buenas. Dijo: «Dave está en una espiral descendente. Si no lo ponemos en un ventilador en quince minutos, tiene cero posibilidades de sobrevivir. Sus órganos se apagarán». 

Rose le dijo: «Tenemos cinco hijos. ¿Puedo decirles que lo llamen antes de hacer eso?»   

Él respondió: «Claro, que llamen enseguida. Haré que la enfermera lo ponga en el altavoz». 

Recuerdo vagamente haber oído sus voces. Ahora me doy cuenta de que se estaban despidiendo de mi. 

Después, me sedaron, me paralizaron y me conectaron al ventilador. A pesar de lo horrible que había sido mi experiencia hasta ese momento, fue entonces cuando comenzaron las verdaderas pesadillas. No le deseo esa experiencia a nadie. A pesar de que estás en un coma inducido por drogas, tu mente sigue activa. Me dieron los alucinógenos más potentes para alterar la mente. Fue horrible. 

En cuanto oí al médico decir: «Comenzemos», aparecieron figuras geométricas a mi alrededor, moviéndose y cambiando de forma. Me dieron náuseas. Luego empezaron a aparecer criaturas de la nada: ratas y animales y cosas horribles, tantas cosas que no puedo describir. Afortunadamente, mi mente ha borrado gran parte de ello. Me recordó a la época de la Biblia en la que Jesús estuvo ayunando durante cuarenta días y entonces Satanás le llevó y le mostró todos los reinos del mundo.  

Sentí como si el Señor me tomara y me mostrara las naciones del mundo y lo malvado, lleno de pecado y perdido que está el hombre. Vi todos y cada uno de los tipos de pecado que hay: la mentira, el robo, la violación, el asesinato, el incesto y el genocidio. Vi toda la maldad y estaba en todos los países de todas las naciones del mundo, incluso hasta el reino animal. (El mal había invadido hasta la misma tierra. Vi que las montañas se hundían en el océano porque estaban corrompidas. Recordé que cuando Adán y Eva pecaron, Dios maldijo incluso la tierra.  

Vi un mal común, y era la codicia. La gente hace mucho mal por dinero. Matan por dinero, propagan la pornografía, apuestan, roban y mienten. Pensé en el versículo que dice: «Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal» (1 Timoteo 6:10a, NLT).  

Cuando te ponen el ventilador, te colocan en posición boca abajo sobre el estómago durante dieciséis horas y luego te voltean sobre la espalda durante las otras ocho. Cuando te voltean se necesitan de seis a ocho personas, es un gran problema. Tenía vías intravenosas, un brazalete para medir la presión arterial, un sensor de oxígeno, un catéter y todo tipo de tubos y cables, y tenían que asegurarse de que nada se pinchara ni se doblara. No querían ni siquiera una arruga en la sábana porque no querían crear puntos de presión en la cama que me causaran llagas. 

La familia Ridgway

Mi hija Natalie se asomaba de vez en cuando antes o después de su turno para ver cómo estaba, aunque yo no me daba cuenta. Una mañana entró por casualidad mientras me daban vuelta. Había visto el proceso de volteo cientos de veces, incluso había ayudado a hacerlo. Pero cuando vio que me lo hacían a mí, un cadáver prácticamente inerte, no pudo mirar. Tuvo que salir de la habitación. 

El pastor Darrick organizó una reunión en mi casa el jueves por la noche para que la gente viniera a orar. Rose estaba en la casa con nuestros dos hijos menores que todavía viven en casa. Docenas de personas de al menos cuatro iglesias se unieron en oración colectiva en la casa. Acabo de ver el vídeo esta semana. Cuando pienso en toda la gente que oró por mí, me siento abrumado.  

Eso fue el jueves por la noche. En forma sorprendente, a la mañana siguiente, el viernes, el médico llamó a Rose y le dijo: «Creo que le vamos a quitar el ventilador porque en general está mejorando». (Originalmente le habían dicho que estaría con el ventilador entre siete y catorce días; éste era el quinto día). Cuando me desconectaron del ventilador, recuperé la conciencia. Todavía tenia un poco de miedo porque aún no estaba fuera de peligro, ¡pero me estaba acercando al umbral!  

El día de Año Nuevo, diez días después de mi ingreso en el hospital, Rose pudo venir a visitarme. Cuando me dijeron que iba a venir, no recordaba su aspecto. Luego, cuando entró, llevaba una bata, el pelo cubierto y una máscara facial, así que lo único que pude ver fueron sus ojos. Todavía no podía pensar en su aspecto. Pero cuando habló, todo me volvió a la mente. 

Durante esos días oscuros, cuando las enfermeras venían a tomarme los signos vitales, yo las buscaba porque me sentía muy solo. No quería morir solo. Las enfermeras me cogían de la mano durante un par de minutos y luego tenían que irse, y no las veía durante horas. El tiempo parecía detenerse. Incluso después de desconectar el ventilador, las drogas seguían afectando a mi mente. Si cerraba los ojos, las horribles alucinaciones volvían, así que intenté mantenerme despierto durante dos días. Si parpadeaba, las alucinaciones estaban ahí. Finalmente, empecé a tener alucinaciones que, aunque extrañas, no eran tan malas.  

Finalmente, al tercer día de ser desconectado del ventilador, las alucinaciones comenzaban a desaparecer. Me sentía mejor, así que me trasladaron a mi propia habitación de COVID. Una enfermera me preguntó si quería un trozo de hielo, y al no haber comido ni bebido en dos semanas, me pareció estupendo. Había perdido diez libras, sobre todo de músculo. Estaba muy débil. Cuando estaba anestesiado, soñaba con bebidas frías y limonada. Y cuando la enfermera me preguntó si quería un vaso entero de agua, me alegré mucho. Estaba tan buena; ¡sabía a agua viva!  

Después de darme el agua, la enfermera se inclinó hacia mí y me dijo: «David, tengo que decirte que eres la única persona que he visto sin estar vacunada, tan enferma y con el ventilador mecánico tanto tiempo y que ha vivido». (Mucha gente no sale del ventilador; se considera como el último recurso). El médico coincidió con la enfermera y dijo: «Eres un caso muy, muy raro».  

Le sorprendió que sobreviviera. Creo que muchos médicos se sorprendieron. A mí me sorprendió. Me trasladaron a una habitación normal, y fue entonces cuando me di cuenta de que «no iba a morir».  

Aunque estaba tan débil como un gatito, ahora tenía esperanza. Pude comer un poco de budín, ¡que me encanta! Al día siguiente empezaron a traerme tres comidas al día. Éstas se convirtieron en lo más destacado de mi día. Ya he engordado veinte de las treinta libras que perdí. 

Cuando llegué a mi propia habitación, estaba tan débil que no podía ni sentarme. Ni siquiera podía pulsar el botón para mover mi cama de hospital, encender la televisión o llamar a la enfermera. Cuando intentaron ayudarme a sentarme, todas las alarmas de oxígeno se dispararon. Al día siguiente me ayudaron a ponerme de pie y atravesé la habitación con un andador, aunque pronto volví a la cama, agotado. Al día siguiente caminé por el pasillo. El médico me decía que probablemente saldría del hospital el fin de semana.  

Al reflexionar acerca de la experiencia de Dave, Darrick Young, su pastor, dijo: «El cambio que hubo en el cuerpo de Dave, que pasó de estar cerca de la muerte a la vida, fue simplemente milagroso. Dave, Rose y toda su familia le dieron gloria a Dios por adelantado, por la sanidad de Dave, y expresaron gran gratitud a quienes les respaldaron en oración. Dios sanó a Dave, pero también tocó a toda nuestra iglesia» 

Darrick Young, su pastor

El jueves por la mañana, me dijo: «¿Te gustaría salir de aquí hoy?».  

Le aseguré que me encantaría. No quería pasar otra noche en el hospital. Las camas no son cómodas. Todavía tenía todos los cables y tubos, y venían las enfermeras las veinticuatro horas del día a sacarme sangre de seis a ocho veces al día.  

A las ocho de la noche ya estaba en casa, después de haber pasado dieciocho días en el hospital. Al principio estaba con oxígeno, pero al cabo de una semana me lo fueron quitaron poco a poco. La segunda semana descansé y me puse más fuerte. A la tercera semana, cuando llegó el domingo, dije: «Voy a la iglesia».  

Esa fue mi primera salida. Y al día siguiente volví al trabajo y acabé trabajando varias horas. Cada vez estoy más fuerte. Doy gracias a Dios por estar vivo. Mi cuñado me llama casi todos los días y lo primero que dice es: «Alabado sea Dios, Dave; estás vivo». 

No podía aún creer que toda esa gente estuviera orando por mí. Probablemente había miles, incluso más allá de Iowa. Realmente hay poder en la oración. Dios escuchó sus oraciones y las respondió. He tenido oraciones que no han sido contestadas de la manera que yo pensaba, pero esto fortaleció mi fe, sabiendo que Dios escucha nuestras oraciones. Puede que no responda como deseamos, pero sus caminos son mejores que los nuestros. 

Dios debe tener algo para mi, aún no ha terminado conmigo. Al principio pensé que tenía que hacer algo grande para Dios. Pero cuando volví a enseñar a los Royal Rangers (un ministerio de grupos pequeños con actividades para niños), vi a un padre de dos de los niños que va a otra iglesia. Él no había oído hablar de mi experiencia, así que se lo conté, mientras me preguntaba en voz alta qué tenía Dios para mí. Quedó sorprendido y asombrado por mi historia y más tarde me envió un correo electrónico.

Una parte decía:

He experimentado que Dios me ayuda a conectarme mejor con mi familia a través de los Rangers, lo que se conlleva a una mejor relación durante la semana. Usted ha estado haciendo Rangers durante tanto tiempo que puede parecer rutinario o incluso un poco repetitivo. Pero déjeme asegurarle que Dios está trabajando a través de usted teniendo un impacto en nosotros…. Nunca sabrán lo agradecido que estoy por esas dos horas del domingo cuando puedo venir a pasar el rato con ustedes y mis hijos. . . . Puede que no lo vea, pero el impacto es profundo.

La visión que tuve mientras estaba conectado al ventilador mecánico me mostró cuán perdido está este mundo, y el gran trabajo que tenemos que hacer los cristianos. Sé que a medida que nos acercamos al regreso del Señor el pecado abundará, pero podemos hacer algo al respecto si permanecemos fieles a lo que Él nos ha llamado a hacer. 

Sobre el autor

David Ridgway es el propietario de Midwest Pest Management. Él y su esposa, Rose, comenzaron a asistir a la Iglesia Journey de la Biblia Abierta en Urbandale, Iowa, hace diez años poco después de que se inició. Dave sirve como colaborador de Journey, anciano y voluntario en varias áreas. Ha sido líder de los Royal Rangers durante 23 años y sirve en el personal del distrito. Ha servido como Coordinador de Outpost (puesto de avanzada) para Outpost 101, desde que se inició en la Iglesia Journey hace nueve años.

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La Casa de la Esperanza de los Walker

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En el año 2017, nos pidieron a mi esposo Dyecol y a mí que fuéramos los pastores interinos de la Iglesia de la Biblia Abierta Palabra de Vida en Lehigh Acres, Florida. Poco sabíamos que nuestras dos semanas como pastores interinos se convertirían en siete años y sumando. Después de aceptar el llamado para ser los pastores permanentes, nos trasladamos a Lehigh en septiembre, justo después del paso del huracán Iván. No había electricidad en la ciudad y parecía que nos introducíamos en la oscuridad y el caos. No me di cuenta de que también estábamos adentrándonos en lo que sería el resto de nuestras vidas. 

Taneasha y todas sus hijas, disfrutando del sol.

Dyecol y yo nunca habíamos tenido hijos juntos. Poco después de mudarnos a Lehigh, vimos un anuncio de una agencia de adopción. Dyecol fue a la oficina de la agencia para obtener más información, y no transcurrió mucho tiempo antes de que estuviéramos asistiendo a una clase sobre adopción. El instructor de la clase hizo hincapié en que las posibilidades de adoptar a través del programa de cuidado de crianza serían mucho mayores, y no tardamos en recibir nuestra primera llamada para acoger a una niña de tres años llamada Isabella. Nunca olvidaré cuando vi a aquella niña asustada entrar por nuestra puerta. La tomé en mis brazos, apoyó la cabeza en mi hombro y mi futuro quedó sellado. 

Apenas hacía un mes que teníamos a Isabella cuando recibimos una llamada para una segunda niña, María. Ruby, la hermana de María, se uniría a ella unos meses más tarde y, poco después de Ruby, recibimos una llamada para otra hija, la numero cuatro, nuestra primera recién nacida. Esta bebé solo tenía seis días y había nacido siendo adicta a las drogas. Nos dijeron que sus padres no la querían y nos entusiasmó la idea de que pudiera ser nuestra. La acogimos, la desintoxicamos y ella empezó a desarrollarse. Fue entonces cuando su padre biológico decidió que la quería. La situación se complicó aún más porque nuestras esperanzas de adoptar a las otras niñas se desvanecieron casi al mismo tiempo. Estábamos destrozados. Esta experiencia de saborear la maternidad me convenció de que quería volver a ser madre, pero ser padres de crianza era demasiado difícil. Me dije a mí misma: «¡¡¡Nunca jamás!!!». Hasta que recibí la siguiente llamada. 

A veces Dios te lleva a través de un proceso de pérdida y luego te da una bendición cuando menos lo esperas.

«Sra. Walker, tengo una niña para usted….»  

 «No lo sé, estamos tomando un descanso.» 

 «Sra. Walker, le digo que va a querer a esta niña.» 

(Respiré hondo.) « Está bien.» 

Nuestro asistente social nos trajo a una niña de diez años con unas enormes gafas de abuela, el pelo alborotado y la sonrisa más encantadora. Esa niña entró en nuestras vidas y nos ha cambiado para siempre. Se llama Anna-Tae Walker y es nuestra primera hija adoptiva. Dos meses después, nos presentaron a nuestra hija Heavenly. La amamos desde el momento en que la vimos. A veces, simplemente lo sabes. Le dije a mi esposo: «Ella no se va». Así fue como lo dije, Heavenly Y su hermano Joshua se convirtieron en nuestros hijos a través de la adopción. 

Anna-Tae, la primera hija adoptiva de los Walker

A veces Dios te lleva a través de un proceso de pérdida y luego te da una bendición cuando menos lo esperas. No entendía por qué no pudimos tener a las primeras niñas que intentamos adoptar, pero Dios había dicho: «No». Él sabía quiénes eran nuestros hijos. 

Pese a tener tres hijos adoptados, seguí aceptando nuevas acogidas. Mis primeras experiencias de acogida casi me destrozan, pero a medida que seguía diciendo «sí» a cada niño nuevo, Dios fortalecía mi corazón con Su fuerza. En lugar de encogerme con cada pérdida, mi corazón crece cuando veo la reunificación de familias. Dios me ha dotado de la capacidad de amar y de «perder». 

Una noche, mientras estaba tendida en mi cama, el Señor me dio una palabra: «La Casa de la Esperanza de los Walker». Le dije a mi marido: «Así vamos a llamar a la casa donde criemos a los niños que Dios nos traiga». Empezamos a orar: «Señor, si nos das una casa más grande acogeremos a más niños». En aquel momento, teníamos siete hijos en una casa de tres habitaciones. No pasó mucho tiempo hasta que el Señor nos proporcionó una casa de cuatro habitaciones.  

Dios me ha dotado de la capacidad de amar y de «perder».

Me llamaron casi de inmediato: «Sra. Walker, tenemos un grupo de tres hermanos.»  

«Sabe que tengo siete hijos, ¿verdad?».  

«Sí, Sra. Walker, pero usted ha nacido para esto». 

Enseguida oí la voz del Señor, recordándome mi oración. Él me había dado una casa más grande; estaba obligada a cumplir mi promesa. Así que salimos corriendo y compramos otra litera. 

El cartel colgado en la puerta de los Walker.

Actualmente tenemos diez hijos: tres adoptados y siete acogidos. Todos los días, después del colegio, oigo diez voces a la vez, un hermoso caos. Cada vez que digo en voz alta: «Tengo diez hijos», no lo puedo creer; no porque sea demasiado, sino porque me siento cómoda. Cuando sueño con el futuro, me veo con aún más niños, correteando por una gran propiedad y viniendo a cenar alrededor de nuestra enorme mesa de cocina. He encontrado mi vocación y estoy deseando que Dios nos regale una casa tan grande como mi corazón.  

Mandé hacer un letrero que cuelga en nuestra casa actual: «La Casa de la Esperanza de los Walker». Cuando lo miro, le digo a Dios: «Esto no es todo. Pero por ahora sí lo es». 

Hace siete años, nos mudamos a una ciudad sumida en el caos y la oscuridad. Hoy, vivimos en un hogar de caos y luz. Y mientras observo a mi alrededor la ocupada mesa de mi cocina, nunca me he sentido más entusiasmada con el resto de mi vida. 

Sobre la Autora

Taneasha Walker

Taneasha Walker actualmente pastorea la Iglesia de la Biblia Abierta Palabra de Vida en Lehigh Acres, Florida, junto con su esposo, Dyecol. Ella sirve en la Junta Regional del Sureste como Miembro General. Taneasha ha adquirido experiencia en todas las áreas del ministerio, utilizando este conocimiento para cuidar eficazmentla iglesia local como cuerpo, así como también de los niños que le han sido confiados. Es una apasionada de la oración, aplicándola en cada iniciativa. Durante su tiempo libre, sus pasatiempos incluyen leer, cantar y viajar. 

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UN TAPIZ FINAMENTE TEJIDO:  La Biblia Abierta de Trinidad y Tobago celebra setenta años de ministerio

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Las Iglesias Estándar de la Biblia Abierta de Trinidad y Tobago (OBSCTT, por sus siglas en inglés) conmemoran en 2024 su aniversario de platino: Setenta años de fe, fortaleza y comunidad. La historia de la Biblia Abierta de Trinidad y Tobago se desarrolla simbólicamente como un tapiz finamente tejido, en el que se mezclan diversos hilos y patrones vibrantes y complejos para formar una hermosa obra de arte. Durante siete décadas, Dios ha tejido la historia de OBSCTT, mezclando hábilmente elementos como los misioneros, el alcance innovador, la oración poderosa, un discipulado unificado, la acogida del avivamiento y el pueblo vibrante de Trinidad y Tobago. Cada hilo, aunque parezca insignificante, desempeña un papel distintivo que contribuye al magnífico tapiz de su trayectoria. 

La República de Trinidad y Tobago, ubicada en el Mar Caribe Sur, cuenta con una rica diversidad cultural y religiosa que refleja influencias africanas, indias, europeas, chinas y de otros lugares. Allí se practican creencias cristianas, hindúes, musulmanas e indígenas. A pesar de la pequeña extensión geográfica de Trinidad y Tobago y de su población de tan sólo un millón cuatrocientos mil habitantes, la influencia de la Biblia Abierta ha dejado un impacto significativo tanto a nivel nacional como mundial, al contribuir a los ámbitos social, cívico y al de la asistencia médica de Trinidad y Tobago (un ejemplo fundamental es la fundación del Centro Médico Acrópolis). La OBSCTT cuenta con casi cien iglesias, numerosas guarderías, un colegio secundario privado, INSTE, y un instituto bíblico con tres sedes.     

Los miembros de la iglesia de la Biblia Abierta adoran juntos mientras celebran su 70 aniversario

Desde sus inicios en 1956, bajo la dirección de los misioneros Kaare y Jean Wilhelmsen, la OBSCTT hizo hincapié en el alcance global. Las iglesias de Trinidad y Tobago, que comenzaron su labor en el país vecino de Granada en 1971, fueron expandiendo su alcance en forma contínua hasta llegar a plantar iglesias en Sudamérica, Norteamérica, África y Europa. Trinidad y Tobago es también la sede de la Escuela de Liderazgo Global (SGL) de Misiones Globales. Los fundadores de la OBSCTT estaban llenos de celo misionero e implantaron esta pasión en el ADN de las iglesias. Hoy en día, es una parte vital de su identidad.   

Desde la familia Wilhelmsen, los primeros misioneros, hasta la actual familia Lumbard, treinta y ocho misioneros de la Biblia Abierta han servido en las islas. Estos misioneros fundaron una base sólida y equiparon a líderes locales competentes. Hoy en día, la relación entre los líderes locales con las Misiones Globales de la Biblia Abierta es una asociación de colaboración única. Esta colaboración y sentido de unidad fue parte de los cimientos establecidos por los misioneros desde el principio.  El Dr. Don Bryan y su esposa Ruth fueron misioneros en la época en que se fundó La Biblia Abierta en Trinidad y Tobago (1956-1970). El Dr. Bryan habló de cómo la unidad fue clave para el éxito de la Biblia Abierta en Trinidad. A través de la oración, las iglesias y los misioneros trabajaron juntos como un equipo «para que el diablo no pudiera dividirnos».  

La oración fue el valor unificador y cimentador de las iglesias. En especial, en la iglesia de San Fernando las reuniones de oración de los Movedores de Montañas de los jueves por la mañana hacían resonar las palabras de Hechos 19:11: «Dios hacía milagros extraordinarios…». (NVI). Los milagros fueron la norma, transformaron vidas al abrir los ojos de los ciegos y expulsar demonios.  La poderosa proclamación del Evangelio y la evidente presencia de Dios llevaron a menudo a familias enteras a entregar sus vidas a Cristo, lo que trajo consigo un crecimiento explosivo. Setenta años después, los poderes de las tinieblas persisten, pero siguen siendo confrontados en los servicios de oración de muchas iglesias. 

4800 miembros de la iglesia Biblia Abierta marchan por las calles de San Fernando para conmemorar 70 años

Los misioneros, reconociendo el valor que los trinitenses atribuían a la educación, vieron una oportunidad para el Reino y crearon en 1967 la Escuela Secundaria de la Biblia Abierta (OBHS, por sus siglas en inglés), que hacía hincapié en el desarrollo académico y espiritual de un alumnado de diversas religiones. Llegó un momento en que la matrícula de la OBHS era la mayor de la historia de las escuelas privadas de la isla.  

El Seminario de la Biblia Abierta de Trinidad (OBIT, por sus siglas en inglés), fundado en 1956, sigue formando a líderes cristianos para ministerios pastorales, misioneros y de evangelización. El seminario incorpora una formación teológica y práctica única que constituye un motor para la evangelización y el discipulado. En sus inicios, los equipos de estudiantes se desplazaban cada jueves a las zonas periféricas para poner en práctica lo aprendido en la escuela bíblica. Allí celebraron reuniones al aire libre, se pusieron en contacto e instruyeron a los asistentes de los Movedores de Montañas, reunieron a otros e iniciaron escuelas dominicales, y bautizaron a nuevos creyentes. Su «práctica» del ministerio comenzó a dar a luz nuevas iglesias, ¡y cinco de las primeras seis iglesias de la OBSCTT fueron fundadas por los propios estudiantes mientras aún estaban en la escuela!  

Miembros de la Iglesia de todas las edades marchan juntos con alegría

Al igual que hay muchos misioneros de la Biblia Abierta entretejidos en el tapiz de la OBSCTT, así Trinidad y Tobago está entretejida en los tapices de los propios misioneros, dejando una huella indeleble en sus vidas. No fue sólo la magnífica comida de las islas lo que les impresionó. Más importante aún, fueron las relaciones que entablaron allí las que dieron forma a los misioneros. Si bien muchos de los siguientes misioneros se han unido a la «gran nube de testigos», otros nos cuentan algunas de sus historias (haga clic en los enlaces para ver los vídeos de las entrevistas): Kaare y Jean Wilhelmsen, Minnie Bruns, Don y Ruth Bryan, A.E. y Ginny Mitchell, Margaret Crandall, Dora Turner, William y Donna Whitlow, Robert y Wanda Moon, Ed y Betty Wood, Weldon y Rosetta Davis, Melvin y Barbara Kelderman, Tom y Helen Clark, Clayton y Suzanne Crymes, Leona Janzen (Venditti), John y Nadine Simmons, Phil y Priscilla Newell, Dan y Mardell LeLaCheur, Harvey y Alys Klapstein, Grant y Miriam Sickles, y Mike y Pamela Lumbard. 

Los hilos más vibrantes y prominentes en el tapiz que Dios está tejiendo en las Iglesias de la Biblia Abierta de Trinidad y Tobago son los propios nacionales. El principio de 2 Timoteo 2:2 de encargar la obra a personas idóneas que la transmitirán a otros ha sido clave para el crecimiento y la expansión continuos. Son demasiados nombres para mencionarlos a todos, pero he aquí sólo algunos de los ministros locales que han dirigido con distinción a lo largo de los años: Reverendos Dr. Benjamín Agard, Charles y Charmaine Alexis, Keith Armoogan, Desmond Austin, Carlyle Chankersingh, Munroe Cox, Vicram Hajaree, Leroy Haynes, Dr. Andy y Ann Marie Homer, Benjamín Hunte, Calbert Mark, Romaish Mohan, Raule Reid, Cecil y Debbie Quamina, Errol Ramdass, Fitzroy Griffith, Jr. y Junior Yuille. 

El Rev. Dr. Benjamín Agard, Anciano-director nacional de la OBSCTT, da merito a la predicación, desde los primeros días hasta ahora, del evangelio de Cristo y de este crucificado, como la clave del crecimiento numérico y espiritual a lo largo de la historia de la OBSCTT. El enfoque del mensaje de la cruz sigue siendo fundamental para su identidad. La ministra Ann Marie Homer lo resumió así: «El solo hecho de que usted pueda entrar en cualquier iglesia de la Biblia Abierta un domingo por la mañana y escuchar el verdadero evangelio de Jesucristo predicado, constituye un gran logro. No nos hemos desviado». 

Setenta años después, en esta celebración de su jubileo de platino, nos unimos a las Iglesias Estándar de la Biblia Abierta de Trinidad y Tobago para mirar hacia atrás, al tapiz que Dios ha tejido a través de ellos y celebrar Su buena obra. Hoy, la historia de la OBSCTT no sólo llega a las islas de Trinidad y Tobago, sino que se extiende hasta los confines de la tierra. Como dice el Salmo 2:8: «Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.» (RVR-60). Qué herencia tan increíble y qué legado tan rico: ¡sólo podemos imaginar lo que Dios hará a continuación! 

Sobre la autora

Tammy Swailes

¡Tammy Swailes es una apasionada de la educación cristiana multicultural, por lo que trabajar con el Seminario Bíblico Global INSTE para discipular y equipar a los líderes en toda Europa y más allá encaja a la perfección! Tammy ha vivido en Europa desde 1999 (primero en Hungría y ahora en Ucrania). Antes de eso, vivió en Japón, así como en Spokane, Washington. En la actualidad se desempeña como directora regional de INSTE en Europa, colaborando con los programas de INSTE en cinco idiomas. Tammy tiene una licenciatura en Misiones y otra en Educación Cristiana, y una maestría en Estudios Interculturales. Algunas de las cosas que más le gustan a Tammy son la fotografía, el buen café, las experiencias multiculturales y el perrito Yorkie de la familia.

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Misión de Multiplicación

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En Mateo 16:18, cuando Jesús dijo: «… Edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella», estaba haciendo una declaración de que Su Iglesia iba a ser una fuerza imparable para el reino de Dios. Su Iglesia se expandiría y multiplicaría, y nada (ni la muerte, ni el infierno, ni la tumba) podría apartarla de su destino. 

Ahora somos nosotros las personas que Él utiliza, a través del poder del Espíritu Santo, para llevar a cabo Su misión para un tiempo como éste. 

Hace algunos meses, escuché una cita del autor Grant Skeldon que me impresionó. La cita decía algo así «El enemigo quiere dividir a la Iglesia. La Iglesia está muy ocupada tratando de sumar. Sin embargo, Jesús quiere que la Iglesia se multiplique». Dios ya me había estado hablando y despertando en mí esta pasión por la multiplicación, y la cita resonó en mi espíritu. 

Es cierto, Satanás no quiere una Iglesia unida porque sabe que cuando nos unimos, nos convertimos en la fuerza imparable de la que habló Jesús. Por lo tanto, su plan es tratar de dividir a la gente. Su intención es crear celos, animosidad, murmuraciones y chismes entre nuestros pastores, las iglesias y ciudades, quitándole poder al pueblo de Dios. 

Esto es lo que yo añadiría a la cita matemática de Skeldon: El mundo quiere substraer a la Iglesia. Hoy en día, la cultura nos muestra múltiples intentos de silenciar la voz y los valores de la Iglesia. Vemos cómo el mundo intenta borrar la misión que Dios nos ha encomendado y el impacto que ejercemos, intentando eliminar nuestra influencia presentando a la Iglesia como irrelevante e intolerante. 

Muy a menudo, las iglesias desvían su atención, enfocándose en tratar de sumar unas cuantas personas más, añadir unos cuantos proyectos más, añadir unos cuantos programas de alcance, añadir unos pocos dólares más, añadir unos cuantos bautismos más. Algunas veces quedamos presos en una mentalidad de supervivencia, pensando: «Vamos, sobrevivamos un domingo más». 

Jesús declaró que Su Iglesia no sólo sobreviviría, sino que florecería y se multiplicaría. Esta afirmación se encuentra tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos: El reino de Dios y su Iglesia están destinados a multiplicarse, equipados y empoderados para ello. Desde el principio se da un mandato que conlleva una promesa, Dios bendice a la humanidad diciendo: «Sean fructíferos y multiplíquense» (Génesis 1:28, NTV). Esas palabras se repiten y resuenan a través de las páginas de las Escrituras. 

En la Convención Nacional de Dallas, cuando la Biblia Abierta entraba en una nueva etapa, la orden que percibí de parte de Dios en mi espíritu fue un llamado de alerta. La Biblia Abierta ha consistido en abrazar y perseguir lo que Dios ha querido para nosotros, alcanzar aquello para lo que hemos sido alcanzados, vivir lo que está en el ADN de nuestro movimiento. Podríamos, como comunidad y red de iglesias, creer juntos que Dios quiere multiplicar Su reino a través de cada iglesia local, cada ministro, todos nuestros distritos y regiones, a nivel nacional y mundial. 

Los líderes de la Biblia Abierta están determinados y motivados a servir a nuestras iglesias locales y ver los ministerios multiplicarse, entendiendo que a medida que lo hacen, experimentamos todos en conjunto la promesa de Dios de la multiplicación. 

Durante las próximas semanas y meses escuchará más acerca de cómo esta palabra de Dios puede ser experimentada de manera práctica. Juntos, de acuerdo y en armonía, emprendemos la «Misión de Multiplicación».  Creemos que en los próximos años veremos a Dios multiplicar Su Reino en sus iglesias y ministerios. Además, lo veremos multiplicar: el número de líderes y ministros de la Biblia Abierta, las almas salvadas, los discípulos en formación, las iglesias fundadas y adoptadas, y la próxima generación emergiendo y abriéndose paso hacia su destino. ¿Unirá su fe y sus oraciones a las nuestras, creyendo que el llamado de Dios es que Biblia Abierta sea «fructífera y se multiplique»? 

«Asegúrate de obedecer todos los mandatos que te entrego hoy. Entonces VIVIRÁS y te MULTIPLICARÁS, y ENTRARÁS en la tierra que el Señor juró dar a tus antepasados y la POSEERÁS». (Deuteronomio 8:1 NTV, énfasis añadido). 


Michael Nortune

Michael Nortune es presidente de las Iglesias de la Biblia Abierta. Ha ministrado fielmente en la iglesia local durante treinta y cinco años. Desde sus comienzos como conserje y jardinero hasta pastor principal de Life Church en Concord, California. Michael a lo largo de su ministerio ha tenido la oportunidad de adquirir experiencia en todas las funciones dentro de la iglesia. No sólo tiene experiencia práctica a nivel local, sino que también ha liderado en las Iglesias de la Biblia Abierta a nivel distrital, regional y nacional. 

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